Un esclavo de Franco en la familia

Ya tengo terminada una primera versión del libro que estoy escribiendo. El final de este proyecto ya se ve en el horizonte. Fiel a la constante que lo ha marcado desde que me sumergí en él, las sopresas se han seguido produciendo hasta el final. La última de ellas ha llegado mientras preparaba uno de los textos finales de la novela.

Buscaba información sobre las condenas a trabajos forzados durante el franquismo y he ido a parar a esta entrada del blog Todos los rostros. El texto ofrece una buena síntesis del sistema de redención de penas por el trabajo que puso en marcha el régimen franquista. Va acompañado de un buen número de fotos de los llamados «esclavos de Franco», antiguos soldados republicanos que fueron condenados a realizar trabajos forzados. La mano de obra del Valle de los Caídos y de un sinfín de obras públicas (y algunas privadas) en la España de la posguerra.

Mientras revisaba las imágenes de los diversos Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores (BDST), una de ellas me ha llamado especialmente la atención. No muestra más que unos barracones enclavados entre montallas. Fue tomada a una distancia considerable. Se supone que las decenas de figuras diminutas agrupadas en el exterior del campamento son los humanos que lo habitaban. El pie de foto dice: «38º BDST, en Aritxulegui, Aiako Harria, Guipuzcoa. 1941. Fuente libro «Trabajos forzados en el franquismo», de Memoriaren Bideak.» Es esta:

La fotografía me sonaba. Estaba seguro de que la había visto antes.

Rápidamente, a golpe de clic, me he puesto a revisar todas las imágenes que había rescatado del baúl de los recuerdos de mi abuelo. Entre ellas figuran un par de capturas de soldados desconocidos ya publicadas anteriormente en este blog. Las imágenes sin identificar incluían otra que no había publicado porque no la había creído de interés. Esta:

Hasta ahora, había sido imposible identificar estos barraconesAhora mismo ignoro el motivo por el que la fotografía publicada en el libro Los trabajos forzados en la dictadura franquista y la copia que conservaba mi abuelo son exactamente idénticas. El libro forma parte de un proyecto más amplio que incluye una página web que aloja numerosas fotografías del 38 Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores. Las he repasado todas varias veces y no he visto ninguna cara conocida.

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