Con la investigación ya prácticamente terminada, el libro que debería ser el resultado final de este proyecto avanza poco a poco. Mientras tanto, aprovecho este otro formato en internet para compartir alguna de las curiosidades que van apareciendo a lo largo del trayecto.
Hace un par de meses quise conocer el listado de motivos médicos que se consideraban eximentes del servicio militar durante la guerra y que, por lo tanto, constituían un salvoconducto que permitía eludir las trincheras. “Cuadro de inutilidades” es el nombre con el que a menudo se refieren a este listado de dolencias. Buceando en los archivos del BOE encontré el conjunto de diagnósticos que permitían considerar que un joven era “inútil” para el ejército relativos a los años 1924 y 1933. Sin embargo, hasta la fecha no he conseguido dar con el listado que me interesa, que es el vigente durante la guerra en el bando republicano. A cambio, encontré una copia del BOE del 3 de agosto de 1937, en el que un decreto-ley firmado por Franco aprueba un nuevo cuadro de inutilidades que habría de servir de referente a los tribunales médicos de la llamada España nacional.
El tercer apartado del documento está dedicado a las “enfermedades del cráneo y sistema nervioso central”. Llaman la atención algunas de ellas, como por ejemplo la recogida en el artículo 32:
“Idiotismo evidente, caracterizado por estigmas fisico-psíquicos degenerativos”.
El artículo 33 tampoco se queda atrás:
“Imbecilidad y debilidad mental comprobadas mediante tres psicométricos, que acusen una edad mental inferior a ocho años.”
Más adelante, en el artículo 92, dentro del grupo de “enfermedades del aparato genito-urinario,” figura como causa eximente el “hermafroditismo verdadero”.
