A internet se puede aplicar lo que se dice del universo: está en continua expansión. Si no encuentras lo que buscas, vuelve a probar al cabo de unos meses. Te puedes llevar una sorpresa. Eso fue, al menos, lo que me ocurrió a mí.
Lo que quería averiguar era dónde estaba mi abuelo. Dónde estaba mientras su hermano Joaquín se hallaba en Cañete con la 61ª brigada. No sé cuántas veces habré introducido su nombre en algún buscador. A veces lo hago de manera mecánica, por probar, o lo intento con otras palabras. Un día de esos, sin más, fui a parar a los ejemplares digitalizados de la Gaceta de la República (el antiguo BOE). Así fue cómo descubrí que mi abuelo y Joaquín dejaron Alcoy casi al mismo tiempo, ambos para servir a la República, pero mientras que uno lo hizo como soldado, el otro lo haría como estudiante.
Al poco de empezar la guerra, el gobierno decidió crear los llamados institutos para obreros, centros en los que alumnos de origen humilde podrían estudiar un bachillerato concentrado en apenas unos meses. El material humano que hacía falta para sostener una república en guerra y además fabricado de manera exprés.
En realidad, los institutos para obreros funcionaron como escuelas de élite de la República. Se intentó hacer una cuidadosa selección del profesorado y dotarlos de instalaciones poco comunes en la época. Cada uno de los alumnos y alumnas recibía una asignación económica mensual equivalente a un sueldo. Uno de los objetivos era captar a los más capaces, por lo que a los tres requisitos indispensables para poder formalizar la preinscripción…
- Ser obrero industrial o agrícola
- Tener entre 15 y 35 años y no haber sido movilizado
- “Ser presentado por el sindicato de la U.G.T. o C.N.T. o por la organización juvenil antifascista en que se milite”
…se añadían unas pruebas de acceso para seleccionar a entre 100 y 200 candidatos por promoción. En total hubo cuatro institutos para obreros. El primero de ellos fue el de Valencia, que inició las clases en febrero de 1937. Allí era donde estaba mi abuelo. En la Gaceta de la República del 10 de diciembre de ese mismo año se puede leer su nombre junto al del resto de alumnos de la segunda promoción, que inició el curso el 25 octubre de 1937 y lo terminó el 31 de marzo de 1938. Al proceder de fuera de la ciudad se le concedía la oportunidad de residir en el mismo centro y una asignación mensual de 120 de las pesetas de entonces. De ahí a conseguir el sueño de emular a su hermano y acceder a la universidad ya solo faltaba un paso. Pero había una guerra y todavía no sabían que la estaban perdiendo.
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Música: Walter Mazzaccaro: Sulla strada dell ritorno
Recursos
El Instituto para Obreros de Valencia en Wikipedia
Tráiler del documental Estudiar en guerra