Última carta

Si el 3 de febrero de 1938 fue un buen día para Joaquín Figuerola no fue solo porque todavía creía estar sano y salvo. Queridisima y amada Enriqueta* Me alegraré que al recibo de la presente te alles disfrutando de una completa salud al igual que la mia por la presente sigue bien. Ni tampoco […]